¡NI UNA ASESINADA NI DESAPARECIDA MÁS!

¡JUNTAS Y ORGANIZADAS PARA NUESTRA LIBERACIÓN!

 

Pronunciamiento de la Agrupación de Lucha Socialista (ALS), 25 noviembre 2020, https://agrupaciondeluchasocialistablog.wordpress.com

 

 

 

A la violencia general creciente de estos últimos dos años se le sumó aquella favorecida por el confinamiento en las casas decretado por los gobiernos de todos los niveles como medida para contener la covid-19. Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a mayo de este año, es decir, durante el confinamiento se registraron 375 presuntas víctimas de feminicidio y 1,233 mujeres víctimas de homicidio doloso, dando un total de 1,608; es decir, un 6% más que en el mismo periodo de 2019. A ello, se suman, 108,778 llamadas de emergencia al número 911, relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres. El confinamiento masivo ha resultado una situación desfavorable para las mujeres y niños al obligarlos a convivir con sus victimarios.

 

Resulta vergonzosa la respuesta del presidente López Obrador ante estos dolorosos casos de violencia cuando afirmó que el 90% de las llamadas a servicios de emergencia fueron falsas, o bien, que durante la pandemia hubo reencuentro y no violencia intrafamiliar; discurso que en realidad es complaciente con la derecha aliada que ha tenido a la familia como bandera. La actitud de este gobierno ha sido indolente con las mujeres víctimas de violencia y feminicidio dejando en la impunidad a los agresores y sin una estructura real que atienda de manera global a las mujeres que padecen esta situación. Por el contrario, bajo su política de austeridad, propio de los modelos neoliberales, ha cerrado servicios como los albergues que daban refugio a las mujeres y sus familias que huían de sus agresores. Mientras tanto, los partidos asesinos como el PRI pretenden arrebatar

 

En vez de reconocer el grave problema de violencia y desplegar las estrategias necesarias, el gobierno federal y los estatales, criminalizan las movilizaciones de mujeres que exigen un alto a la violencia. Estos mismos gobiernos han desplegado una campaña de represión contra la protesta social tanto hacia los pueblos en resistencia en la defensa de sus recursos naturales como a las mujeres que exigen un alto a la violencia, usando sus propias fuerzas oficiales como la Guardia Nacional o los cuerpos policiacos estatales o municipales, o bien, a través de la violencia del crimen organizado. Así, vemos los recientes ejemplos en Guanajuato, en la CDMX y, la más grave, ocurrida en Cancún al dispararles a las manifestantes y violentar sexualmente a las detenidas. Como Agrupación de Lucha Socialista (ALS) ¡rechazamos por completo estas agresiones hacia las mujeres y exigimos destitución y castigo a los mandos y ejecutores de la represión en cada una de las fuerzas policiacas responsables!

 

¡Recuperemos la movilización y la organización permanente para defendernos!

 

Como ALS reivindicamos las experiencias de las comunidades en las colonias populares y en las zonas rurales, como las policías comunitarias, quienes han generado organizaciones de base para enfrentar la violencia tanto del crimen organizado como la del Estado, logrando reducirla. Las acciones espontaneístas de grupos vanguardistas como la ocupación de edificios públicos, aísla cualquier lucha y no soluciona el problema de violencia ni en sus lugares de origen ni a nivel estructural sino se articula a nivel popular. Sumemos esfuerzos para organización en nuestros barrios, comunidades, escuelas y centros de trabajo en comités o brigadas de autodefensa mixtas contra la violencia hacia las mujeres y los sectores más pobres de este país. Es necesario que logremos la unidad de un movimiento de mujeres amplio a nivel nacional e internacional encabezado por las madres de víctimas de feminicidio y las compañeras víctimas de violencia donde confluyamos diferentes corrientes de izquierda y de abajo para generar un plan de lucha que nos lleve a detener la vorágine de la violencia del Estado capitalista, machista y del crimen organizado.

 

No es casualidad que en medio de la situación de reacción que vivimos de la desmovilización social se recrudezca la violencia contra la mujer y el conjunto de los sectores en resistencia. De ahí la necesidad de rearticular la organización desde nuestros espacios para despertar la movilización masiva, con las medidas sanitarias adecuadas, como lo están haciendo nuestras hermanas y hermanos chilenos y de otras latitudes.

 

Consideramos que es necesario advertir que la completa erradicación de la violencia y opresión de las mujeres, no será posible dentro del Capitalismo, porque es su forma básica de dominación. La plena liberación de las mujeres de abajo, solo será posible en el Socialismo. ¡Ni un paso atrás!

 

¡Por un movimiento nacional e internacional de las trabajadoras, campesinas, estudiantes, indígenas y mujeres de los sectores populares contra la violencia, desaparición forzada y feminicidio!

 

¡Alto a la violencia del Estado y del crimen organizado contra la protesta social!

 

¡Fuera la derecha del movimiento de mujeres!