8 de marzo: La lucha por la liberación de las mujeres ¡es internacional!

Xóchitl Guerrero, Agrupación Lucha Socialista (Sección mexicana de la CCRI), 8 marzo, 2017, https://agrupaciondeluchasocialistablog.wordpress.com/

 

 

 

La segunda mitad de 2016 fue testigo del despertar masivo de mujeres que inundaron las calles de diferentes ciudades del mundo para exigir sus derechos y repudiar a los gobiernos reaccionarios que amenazan sus conquistas.

 

Desde Polonia miles de mujeres marcharon en octubre del año pasado a favor del aborto y lograron detener la propuesta de ley para su prohibición bajo el amparo del partido conservador en el gobierno, Ley y Justicia. En México el 24 de abril varias ciudades del país se vistieron de morado con las marchas contra el feminicidio. Meses después, en octubre, miles de mujeres argentinas indignadas se movilizaron para exigir un alto a la violencia machista a la voz de Ni Una Menos, la cual, convocó a protestas en otros países de la región como Brasil, México y Perú. La cúspide de la ola femenina ocurrió el 21 de enero de este año cuando EEUU y el mundo entero fueron sorprendidos por la Women´s March en la que convergieron hombres y mujeres de las diferentes minorías logrando salir a las calles 5 millones de personas en todo el mundo y 1 millón en Washington en contra de la toma de posesión del gobierno misógino y xenófobo de Donald Trump quien tomó como primer medida la prohibición del financiamiento a las organizaciones pro – aborto.

 

El logro más sobresaliente de este reciente proceso de movilizaciones de las mujeres ha sido retomar el carácter internacional de la lucha por sus derechos como lo fuera durante la década de los sesenta con la ola feminista, dentro de las luchas contra las dictaduras y en las guerras de liberación nacional en el Tercer Mundo. Actualmente, la crisis económica del capitalismo como sistema global en decadencia ya no solo causa estragos en las regiones semi coloniales, sino que ha alcanzado también a los países imperialistas como EEUU y Europa como Italia, donde debido al cierre de guarderías y asilos por los recortes presupuestales en las políticas sociales, ha recaído ese cuidado en las mujeres, quienes terminan siendo despedidas de sus trabajos, sumado a los despidos por los recortes económicos en las empresas.

 

La actual crisis económica provocada por los empresarios pretenden que la pague el pueblo, por ello han arrancado a su paso la seguridad social conquistada por los trabajadores y trabajadoras en décadas anteriores, así como, sus territorios y recursos naturales, disminuyendo severamente la calidad de vida de las mujeres, especialmente, de las trabajadoras precarizadas, indígenas, de color y migrantes. A esas precarias condiciones de vida, se suma la amenaza sobre sus derechos democráticos más básicos como a la salud, al aborto y a la seguridad; por lo tanto, las mujeres a nivel mundial, tenemos que luchar contra la discriminación, la violencia, la explotación, la desaparición y el asesinato.

 

La indignación de las mujeres se ha levantado en sus sectores: las mujeres trabajadoras, campesinas y populares han conformado una fuerza importante dentro de los movimientos contra las reformas de ajuste como las maestras de la CNTE en México, las indígenas de Standing Rock en Dakota, EEUU; las zapatistas de Chiapas, México; las milicianas kurdas, las palestinas, las estudiantes chilenas, las Brigadas Rojas de autodefensa femenina en la India.

 

La llegada de gobiernos reaccionarios en varios países ha llamado recientemente la atención de mujeres de clase media que ven amenazados sus derechos democráticos, es el caso de las feministas norteamericanas que en el mismo tono de las argentinas de Ni una menos, convocan para este 8 de Marzo a un Paro Internacional de Mujeres contra la violencia machista y en defensa de los derechos reproductivos y llaman particularmente a las mujeres “que el feminismo ignoraba: mujeres trabajadoras, mujeres que trabajan en el cuidado y reproducción social, desempleadas y mujeres en el trabajo precarizado” (The Guardian, 6/02/17, traducción propia). ¿Por qué hacer esta autocrítica después de años de feminismo en las academias? Por sus propias limitaciones de clase que ahora reconocen en su convocatoria; Angela Davis, Nancy Fraser, entre otras feministas declararon: “Los diferentes liderazgos dentro del feminismo no derrotarán a la administración [de Trump], pero sí, el 99% de movilizadas” (The Guardian, 6/02/17, traducción propia); es decir las mujeres del Partido Demócrata, las famosas artistas de California y académicas prestigiosas saben que la fuerza política está en las miles de mujeres que han salido a movilizarse antes y después de Trump: las afrodescendientes en las movilizaciones BlackLivesMatter, las trabajadoras de los fast food, las inmigrantes latinas y árabes; solo falta que estas mismas mujeres trabajadoras reconozcan su propia fuerza y dirijan con determinación su propia lucha por defender sus derechos y derrotar a Trump junto con sus hermanos de clase!

 

No pueden depositar su confianza en las demócratas al estilo de Hilary Clinton que bajo la administración de Obama golpearon a jóvenes de color en los barrios y deportaron a miles de migrantes. Aunque ahora digan que es importante enlazar los derechos democráticos con los laborales, en realidad las demócratas no han luchado por los derechos de las trabajadoras sean blancas o de cualquier minoría; incluso para este 8M no está dentro de sus demandas principales. ¡Las trabajadoras necesitamos rebasar esas direcciones pequeñoburguesas!

 

Hagamos unidad con ellas para defender nuestros derechos democráticos (como el derecho al aborto, a la anticoncepción de emergencia, a la salud y al trato digno por parte de los trabajadores de la salud, a la no discriminación)  pero esas demandas por sí solas, no resolverá la explotación y violencia que vivimos en los barrios pobres todos los días, vayamos más allá. El triunfo del movimiento sólo es posible con la caída de Trump y de todos los gobiernos que por derecha o supuesta “izquierda” han implementado los planes de ajuste, ¡ya lo lograron los surcoreanos al destituir a su expresidenta Park Geun-hye!, echemos abajo a EPN, a Macri, a Temer, al Partido Ley y Justicia! La derrota de todos estos gobiernos capitalistas, al lado de nuestros compañeros de lucha, nos abrirá el camino para avanzar en la construcción de un gobierno obrero, campesino y popular desde donde como mujeres explotadas y oprimidas implementemos medidas reales para nuestra liberación.

 

Las feministas que convocan al Paro Internacional de Mujeres, retoman acertadamente los métodos de lucha de los trabajadores al ver la acumulación de fuerza que han logrado a través de las movilizaciones masivas, los bloqueos carreteros y de puentes, sobre los cuales hay que desplegar toda la potencialidad de las masas este 8 de marzo. Sin embargo, el Paro al que llaman estas feministas pequeño burguesas, como la abstención individual de trabajar en los respectivos centros escolares o domésticos, confunde y deforma lo que significa un paro laboral efectivo, esto es, la paralización colectiva de la economía y la ocupación organizada de las fábricas, escuelas, plazas públicas y barrios. Recordemos que la conmemoración del 8M emergió de las mismas entrañas de las trabajadoras textileras norteamericanas quienes se encontraban en un proceso de movilizaciones y huelgas en Nueva York por mejoras laborales y más de 100 de ellas murieran en un incendio de la fábrica Cotton. Durante la II Conferencia de la Internacional Socialista, celebrada en Copenhague, la marxista Clara Zetkin impulsó la conmemoración de esta fecha, como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

 

Este 8 de marzo, salgamos a las calles a denunciar la precarización y el acoso laboral hacia las mujeres, alzemos el puño para defender nuestras conquistas: basificación, jornada laboral de 8 horas, tiempo para amamantar a los hijos, guarderías, asilos y comedores públicos y seguros, licencia de gravidez con el 100% de su salario, sindicalización independiente para todas las trabajadoras, salario igual a trabajo igual entre hombres y mujeres!

 

En México como en Polonia y en EEUU la reacción pretende quitarnos nuestros derechos ganados como el derecho al aborto, las bodas entre personas del mismo sexo, el respeto a la comunidad LGBTT. En particular, en este país tuvimos marchas “Por la Familia”  y “Vibra México” convocadas por los sectores empresariales más conservadores. Debemos salir a enfrentarlos para defender nuestros derechos. La lucha de las mujeres que tenemos frente a nosotros es enorme, necesitamos erradicar la violencia y los feminicidios de nuestros barrios, en este país gobernado por corruptos y machistas.

 

Esta jornada internacional del Día Internacional de la Mujer Trabajadora organicemos un paro efectivo! llamemos a los sindicatos y centrales obreras y campesinas a detener la producción y los servicios! Organicemos pequeños comités de lucha junto a nuestras compañeras y compañeros de trabajo y de escuela el cierre de nuestros centros! ¡Organicemos brigadas de autodefensa dirigidas por las mujeres e integradas a las asambleas comunitarias para acabar con la violencia, el feminicidio y las desapariciones!

 

 

 

¡Abajo Trump y EPN!

 

¡Ni una muerta más!

 

¡Aborto libre y seguro!

 

¡Por la defensa de los derechos democráticos de las mujeres!

 

¡La lucha por la liberación de las mujeres es de clase e internacionalista!